Trabajar con el alma y el corazón

El trabajo puede proporcionar la oportunidad de crecer, no sólo económicamente, sino también espiritual y personalmente. En caso contrario, estaremos perdiendo una parte demasiado importante de nuestra vida. (James Autry).

Vivimos tiempos difíciles y complejos para hacer aseveraciones como esta, pero quizá sea hoy más necesario que nunca realizar una profunda reflexión sobre el estilo de liderazgo y dirección actual, fracasado y trasnochado y profundizar en los valores espirituales del ser humano y el desarrollo del mismo desde la perspectiva emprendedora.

En el capitulo anterior referente a la Nueva Mística Empresarial, nos habíamos quedado en identificar lo que podrían ser los valores o características que más valoraríamos en un emprendedor o empresario místico. Destacando entre otros: integridad, honestidad, justicia, autoconocimiento, contribución social, espiritualidad, saber extraer lo mejor de uno mismo, abierto al cambio permanente, sentido del humor, visión global, concentración, autodisciplina, equilibrio, intuición.

Hoy vamos a introducirnos por este camino de reflexión, del que soy un místico realista  convencido.

La evolución, ahora llamada rotación por algunos, en los cargos directivos de las empresas, va ligada a los distintos ciclos de vida de las mismas y en tiempos de crisis, priman los perfiles financieros y en tiempos de bonanza, los creativos, arriesgados y comerciales. Y esto resta muchas veces oportunidades reales para salir de situaciones de crisis a las empresas y anticiparse a situaciones de futuro y liderazgo.

Cuando hablamos de un emprendedor místico, imaginamos una persona visionaria y que está en constante ebullición de ideas. Y ante esta ebullición, debe someter a su mente a procesos de simulación complejos para visualizar la oportunidad de continuidad de esas ideas y ponerlas en marcha, aparcarlas momentáneamente o encerrarlas en un baúl de futuros proyectos imprevisibles. Y ante esta situación, la cantidad de ocasiones que se les presentan para equivocarse son innumerables y muy superior a la media de los mortales.

Pero evidentemente, un rasgo fundamental en ellos es la integridad. Lo que garantiza que estas decisiones se toman desde una perspectiva sana, equilibrada, integra, en donde los valores de la persona están por encima de las cosas. Por ello, ante una situación de toma de decisiones, el mejor escenario es decir la verdad y con coherencia y equilibrio. Y decir la verdad significa ser íntegros y honestos entre lo que pensamos, decimos y hacemos, evitando discursos distintos dependiendo a quien nos dirijamos y en el contexto que lo hagamos. De esta manera se está en una posición de equilibrio y en disposición de tomar decisiones difíciles, independientemente de su trascendencia. La manipulación emocional, es una de las mayores lacras de los empresarios actuales y esta actitud, rompe la regla de integridad e integración en la empresa.  Lo que acaba siendo un talón de Aquiles irreparable en las organizaciones, al crear una brecha insalvable entre directivos y empleados.

¿Cómo se demuestra el respeto?. Con la integridad del mensaje que comunicamos. Bob Galvin.

En momentos de tensión es cuando se ve la talla real de las personas. Pero también en el día a día, en la forma de comportarse, de liderar y dirigir a las personas y visionar los negocios, en las relaciones con los clientes, los proveedores, etc. Y actuar conforme a lo que se dice, lo que se piensa, es una muestra de coherencia e integridad y en definitiva, marca lo que es una persona justa. A todos nos gusta que se nos trate con justicia y sentirnos a gusto a la hora de tomar decisiones, por complejas y difíciles que estas sean. Ya que el principio de la justicia es universal.

El conocimiento es el principal valor del ser humano. Desde que nace está aprendiendo y en el momento que deja de aprender, comienza a morir. Se muere espiritual y físicamente. Este proceso es el que lleva a muchas personas a la incapacidad de abordar nuevos retos, encontrar trabajo o adaptarse al cambio en cualquier situación. Aprender es estar vivo y por tanto una necesidad vital. Por ello, el emprendedor místico está permanentemente envuelto en un proceso de aprendizaje continuo y de ayuda al aprendizaje de los demás. El intercambio de conocimiento, experiencias, vivencias y saber, enriquece a las personas y nos ayuda a conocernos a nosotros mismos. Este proceso finaliza el día que morimos.

Lo que cuenta es lo que se aprende después de saberlo todo. John Wooden.

continuará…

Carlos J. Ochoa Fernández ©

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La Nueva Mistica Empresarial

Hace ya algunos años, cayó en mis manos un libro realmente magnifico, que como por arte de magia volvió a aparecer una década después y procedí a su relectura. La Nueva Mística Empresarial, un libro visionario, con planteamientos serios y profundos sobre lo que serían los nuevos líderes empresariales del siglo XXI, aportando una perspectiva provocadora pero basada en una dilatada experiencia de sus autores. La realidad actual nos traslada a un escenario muy distinto al que se proponía por los autores, pero no por ello, desde mi punto de vista, dejan de tener sentido sus planteamientos y reflexiones. Más bien todo lo contrario.

El trabajo puede proporcionar la oportunidad de crecer, no sólo en lo económico, sino también espiritual y personal. En caso contrario, con él estaremos perdiendo una parte demasiado importante de nuestra vida. James Autry.

Desde esta perspectiva y una seria reflexión interior sobre lo que somos y lo que queremos ser, se plantea un ejercicio de autenticidad personal, y no perder la conexión espiritual que mantenemos en la juventud. Manteniendo los valores básicos intactos y luchando por aquello que realmente nos hace felices.

A lo largo de los años, vamos desarrollando nuestra carrera profesional de distintas maneras. Algunos, acomodándose a las distintas situaciones en las que se van encontrando en su desarrollo, otros lidiando con fusiones, adquisiciones y ventas, otros a través de headhunters pasando de una compañía a otra sin dejar huella, y algunos otros simplemente por motivación y mejora económica y social. Pero pocos, muy pocos, siguen la línea trazada desde la visión y proyección que tenían a la finalización de sus estudios, desde una autentica vocación y visión humanistica. Y esto define de alguna manera a los líderes y dirigentes de las organizaciones y empresas de la actualidad.

A veces pienso, y me afianzo cada vez más en ello, en que nos encontramos en un momento de necesidad de llevar a cabo un profundo cambio del modelo económico y social. Esta crisis global, que venía anunciada desde hace más de una década y que fue camuflada como buenamente se pudo por los distintos agentes, postergando su afloramiento hasta el 2007, requiere de una salida más compleja y seria que el mero reajuste financiero. No puede seguir basandose en el viejo principio del crecimiento, ya que este, sin sostenibilidad es inviable. Por ello, es necesario que se produzcan transformaciones y cambios profundos en la sociedad, de lo contrario habremos puesto un nuevo parche, que volverá a reventar en poco tiempo y quizás de forma mucho más violenta.

Transformaciones y cambios profundos, que deben venir en primer lugar desde las personas, los líderes, empresarios, emprendedores, empleados, en definitiva, los ciudadanos, con una nueva ética, espíritu social, integridad y respeto. Definiendo un nuevo paradigma de sostenibilidad en todos y cada uno de los aspectos del desarrollo.

Pero en lo que respecta al mundo empresarial, objeto principal de este articulo, el cambio debe ser mucho más profundo aún y de forma muy particular en nuestro país.

Nos encontramos en un momento en el que están  desapareciendo muchos pequeños negocios, pequeñas empresas, autónomos, en definitiva, se sigue destruyendo empleo en los pilares básicos de nuestra sociedad. Y no podemos pensar, en simplemente relanzar estas empresas o negocios, hay que hacerlo de una manera diferente, más sólida, más innovadora y con visión clara y definida de futuro. De lo contrario, volveremos a caer en nuevos envites. Esta crisis está golpeando el sector de las pymes en  nuestro país de una manera muy superior al resto de Europa y eso nos debe llevar a una reflexión más profunda.

A lo largo de mi dilatada vida profesional, he tenido la oportunidad de conocer y trabajar con todo tipo de personas, empleados, jefes, directores, políticos y desgraciadamente he encontrado con muy pocos líderes misticos. Y por supuesto, no tuve la oportunidad de encontrarme en el camino a ningún Visionario Místico. O quizás sí, un viejo profesor Hindú, asesor de los expresidentes  Clinton y Gorbachov, con el que tuve la oportunidad de compartir un té y escuchar su visión del mundo a lo largo de una dilatada noche en el Escorial. Era una persona sabia y mística.

Volviendo al hilo de la cuestión, si hacemos una breve reflexión de cuáles serían los valores o características que más valoraríamos en un emprendedor o empresario místico, seguro que identificaríamos de común acuerdo, entre otros: integridad, honestidad, justicia, autoconocimiento, contribución social, espiritualidad, saber extraer lo mejor de uno mismo, abierto al cambio permanente, sentido del humor, visión global, concentración, autodisciplina, equilibrio, intuición.

Y si ahora miramos a nuestro alrededor e intentamos identificar alguna persona conocida que cumpla al menos con, digamos, el 50% de estas características?. El panorama es desolador y la transformación necesaria será larga pero urgente y necesaria.

El cambio es necesario ya. Hay que impulsar desde los distintos ámbitos profesionales, docentes y empresariales un nuevo espíritu emprendedor que cale profundamente en la sociedad, entendiendo que es la única vía de desarrollo y avance para la creación de empleo estable y con futuro. Hacer llegar e inculcar estos nuevos valores de integridad, honestidad, justicia, etc…en la juventud, ilusionarles y potenciarles para sacar lo mejor de ellos y facilitarles al acceso al conocimiento y desarrollo empresarial. Emprendiendo proyectos innovadores y sostenibles que permitan la generación de empleo cualificado y alto valor, competitivo a nivel internacional.

Continuará…

Buenos días y buena suerte.

Carlos J. Ochoa Fernández ©

Twits & Shout. 6 Reflexiones para cuando emprendas

Buenos días amig@s.

Hoy me levanté con un espíritu emprendedor espectacular. Será el anuncio de los primeros brotes de la primavera, será quizás el ruido de fondo (Libia, Japón,…etc.) que suena un poco mejor. O quizás simplemente sea yo y ese optimismo inteligente que a veces se apodera de mí y me desborda.

Y me vinieron algunas reflexiones en formato twitteriano que me gustaría compartir con vosotros, sin pretender en caso alguno, llegar a ser…más que una mini-receta por si algún día, te decides a dar el paso y emprender.

  • Cuando emprendas, fíjate una misión ambiciosa y compártela con el del asiento de al lado.
  • Cuando emprendas, antes que buscar financiación, busca mejores compañeros de viaje. Es la mejor inversión y la más segura.
  • Cuando emprendas, transforma el tiempo en tu aliado y el valor en tu insignia.
  • Cuando emprendas, ilusiónate, apasiónate, diviértete…se tu propio genio.
  • Cuando emprendas, comunica, participa, comparte, escucha, aprende, no dejes que nada ni nadie te arrastre.
  • Cuando emprendas, disfruta todos los días como si fueran viernes.

Life is too sort to waste your time. Smile !!!.

Carlos J. Ochoa Fernández