Prologo: Nos encontramos ante las puertas de un nuevo paradigma, si…porfin, el siglo XXI empieza a hacer acto de presencia…y las cosas…empiezan a cambiar mas deprisa.
Para adentrate en este horizonte de sucesos, te recomiendo que te relajes, enchufes los altavoces de tu equipo y disfrutes con este tema de Pat Metheny…Are You Goping with me?.
El horizonte de sucesos es una superficie imaginaria de forma esférica que rodea a un agujero negro, en la cual la velocidad de escape necesaria para alejarse del mismo coincide con la velocidad de la luz. Por ello, ningún objeto dentro de él, incluyendo los fotones, puede escapar debido a la atracción de un campo gravitatorio extremadamente intenso.
Tras los pasos de mi anterior articulo, surfeando entre el espacio y el tiempo, llegamos al punto crítico, el punto de no retorno quizás, el horizonte infinito o mejor dicho…el Horizonte de Sucesos.
Tras varias décadas de estabilidad contenible y desarrollo de la sociedad occidental, habíamos perdido la percepción de la realidad a niveles que rallaban casi el sueño imaginario.
A lo largo de este tiempo de desgobierno social, acracia al servicio del capital, las desigualdades han ido produciendo una grieta en el planeta de magnitud incluso superior a la producida por el calentamiento global en los casquetes polares.
El observador del Universo, sentado en su montaña del conocimiento, ve como los agentes de la física y la química interactúan con el Universo y este a su vez, interactúa con nosotros…en búsqueda del necesario equilibrio, sin el cual, la vida en el planeta es muy difícil de sostener, por no decir prácticamente imposible.
Es cierto que la calidad de vida, en cifras globales, ha mejorado notablemente en estos últimos tiempos en todos los continentes. Pero no es menos cierto, que las diferencias actuales son espectaculares y hoy medibles y visibles por todos, sin interpretaciones o manipulaciones.
Ha sido, y creo que es una de las pocas cosas que debemos agradecer, gracias a esta crisis, cuando se han empezado a tambalear los pilares de la sociedad del siglo XX. Y empieza a vislumbrarse un horizonte no visible, pero si perceptible. Estamos ante una situación social, que va mucho más allá de una mera o sofisticada crisis económica.
Lo que se está poniendo de manifiesto a lo largo de estos últimos meses, es que la sociedad, los ciudadanos…los grupos, las tribus, empiezan a estar hartos, cansados, indignados de tanta mentira, manipulación y explotación en beneficio de unos pocos, a los que nadie representan, ni nadie eligió.
Llevamos ya una década de rodadura y la percepción del nuevo siglo XXI, aún no se ha instalado en nuestras mentes o conciencia. Ya es hora…es tiempo del cambio, de un nuevo cambio en busca de un nuevo paradigma, mas solidario y social, trasparente e igualitario. Es la demanda de las nuevas tribus…puedes escuchar su voz, esta vez no en el desierto…en la RED.
Los ciudadanos, bien como individuos, como grupos o tribus, en fin, la sociedad, gracias a los medios, las redes sociales y los canales de comunicación, es libre de comunicar, informar, quejarse y actuar de una manera espontánea, ante la que los poderes establecidos, no son capaces de reaccionar o poner freno. Es un nuevo estado, el ciudadano, el grupo, la sociedad, tiene voz y voto todos los días…y no debe ni puede esperar a quiméricas elecciones o promesas de futuros mágicos y mejores. Lo que está pasando en Oriente Medio, es un claro reflejo de esta situación y el resto del mundo observa…con respeto, con miedo, con cautela, con envidia…expectante, sin saber como reaccionar.
Estamos frente al horizonte de sucesos, la energía es tan poderosa que nos atrapa hacia su epicentro a una velocidad vertiginosa y una vez que se entra en su orbita, no hay salida.
El observador avisa, nos manda señales…solo hay una salida, acelerar. Alcanzar la velocidad de la luz y salir inmediatamente de la orbita de ese agujero negro que todo absorbe por su infinita energía.
Si no se cambia el paso, se acelera a velocidades a las que no estamos acostumbrados y salimos de esta orbita, seremos atrapados en el horizonte de sucesos. Pero hoy, la nave tiene tripulantes expertos y viajeros que pueden tomar decisiones más allá de la queja espontánea o el derecho al pataleo. Y esto es un nuevo escenario que marcará las directrices básicas de la nueva sociedad, por fin…si, del siglo XXI.
Buenas tardes y buena suerte.
Carlos J. Ochoa Fernández (c)
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