La influencia de las Nuevas Tecnologías en el Mundo del Mayor

A lo largo de una primera serie de artículos, vamos a desgranar la influencia e incidencia que tienen las denominadas nuevas tecnologías, en uno de los colectivos más desfavorecidos y vulnerables de la Sociedad Actual, las personas mayores. Sociedad de la Información, del Conocimiento, de la Comunidad Virtual o como quiera que algunos la quieran etiquetar, no es mas, que un reflejo de la sociedad actual, la que nos ha tocado vivir en este tiempo.

Cuando hablamos de Nuevas Tecnologías o de Sociedad de la Información y del Conocimiento, automáticamente nos vienen a la cabeza palabras como Internet, ordenador personal, IPad, teléfono móvil, TDT, ADSL, etc. Un sinfín de conceptos
y abreviaturas que cada vez nos son más familiares y que si bien, en un primer momento fueron pensadas y desarrolladas para su empleo profesional, cada vez son más una herramienta de uso diario para comunicarnos y compartir una parte de nuestra vida y también han entrado a formar parte de nuestro tiempo de ocio.

A su vez, el desarrollo de estas nuevas tecnologías son concebidas para mejorar nuestra calidad de vida y por ende la de las personas mayores. A lo largo de una serie de capítulos, vamos a analizar detenidamente cuál es la situación actual de penetración de las Nuevas Tecnologías en el colectivo de las persona mayores y su nivel de involucración en la Sociedad de la Información, pasando posteriormente a diseñar un marco de recomendaciones y actuaciones a
llevar a cabo para conseguir la plena integración de este colectivo en la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Hablaremos de barreras, de accesibilidad, de usabilidad, de brecha digital y social, así como económica, de necesidades reales y del tiempo de adaptación a este nuevo entorno.

Revisando los estudios y recomendaciones elaborados por los principales grupos y agencias de expertos nacionales e internacionales a este respecto, vemos que mientras algunos identifican como la principal barrera de entrada los dispositivos de interacción, el ordenador, otros se focalizan más en las aplicaciones de usuario y van directamente
a valorar cuestiones como la accesibilidad y facilidad de manejo de las aplicaciones, el acceso a Internet y los contenidos tipo portal. Sin embargo si nos quedáramos sólo aquí, no estaríamos analizando el problema en su completa
dimensión, ya que los factores tecnológicos van acompañados de otros sociales, culturales y económicos de tanta o más relevancia a la hora de analizar todas las barreras que se encuentra el colectivo de los mayores a la hora
de acceder y beneficiarse de las Nuevas Tecnologías de la Información.

Además, hemos de atender otras consideraciones locales a la hora de profundizar en la realidad de nuestro país o de lo contrario, no tendremos una radiografía ajustada a la realidad.

Junto a la brecha digital identificada claramente por el nivel de acceso de los mayores a las Nuevas Tecnologías y a Internet, debemos considerar la brecha social y cultural, producida por el escaso nivel de formación y educación
especialmente en el mundo rural y por último y no por ello menos importante, la brecha económica, producida por
la escasez de recursos del colectivo de los mayores, lo que es una barrera importante a la hora de poder ser independiente que te permita acceder a un equipo personal y sufragar una conexión a Internet por un precio razonable.

En una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología, el colectivo de las personas mayores está demostrando una capacidad de adaptación realmente impresionante. Hay que entender que el mayor dispone de uno de los mayores y más demandados valores de esta sociedad: el tiempo. Y la gestión del mismo es su mayor patrimonio. Por ello, a la hora de desarrollar programas o planes, de aproximación y adecuación de las Nuevas Tecnologías a este colectivo, es fundamental entender este factor clave y ajustarlo al entorno social. No todos los programas se pueden desarrollar e implantar de forma homogénea, es necesario adaptarlos a los distintos perfiles, edades y capacidades de los mayores y en su entorno geográfico. A partir de aquí, la demanda y el nivel de respuesta será muy gratificante, ya que de una u otra manera, pasan una gran parte del tiempo viendo la televisión y con sus hijos o nietos, inmersos en dispositivos de comunicación y juegos digitales. Por lo que el inicio por la curiosidad se vuelve necesidad en el corto plazo.

Pero este proceso no es fácil y tiene un coste importante, si se quieren hacer las cosas bien. El inicio y la penetración de la televisión y la telefonía en nuestro país fueron un proceso largo y complejo hasta la utilización democrática de estos servicios por toda la ciudadanía. En este caso, nos encontramos en una situación parecida, y que dista mucho de la puesta en marcha de planes de formación en Internet para personas mayores, que en el mejor de los casos puede llegar a garantizar su sostenibilidad en el 5% de los asistentes y la mayor de las frustraciones en el resto.

No obstante, hay que dejar constancia que desde la administración se esta haciendo un gran esfuerzo a través de distintos planes de ayudas y subvenciones, para conseguir de una forma gradual y sostenible el acceso sin restricciones de los mayores a la Sociedad de la Información y cuyos primeros frutos se van dejando ver en algunos proyectos referentes y pilotos dentro del Plan Avanza, como pueden ser: el Ayuntamiento de Leganés, el Ayuntamiento de Soria o la Diputación Provincial de Cuenca.

Carlos J. Ochoa Fernández